Actualizado 01/07/2020
Desde el 15 de junio puede solicitarse la nueva ayuda económica, el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que se concederá a 4 de cada 5 personas en situación de carencia de recursos. Es una ayuda igual para todo el territorio español, garantizada por el Estado y que será estable durante los próximos años.
El Real Decreto-ley 20/2020 regula esta prestación que pagará la Seguridad Social y que tiene estas características:
- El importe que se cobrará con el Ingreso Mínimo Vital dependerá de los ingresos que tenga cada hogar, de modo que el Estado aportará la cantidad que falte para alcanzar el mínimo garantizado. Es decir, el IMV no es una cantidad fija ya que se hace un cálculo para cada persona u hogar. Si no se cobran ayudas, el Ingreso Mínimo aporta todo lo que falta para llegar al mínimo garantizado y si se están cobrando otras ayudas, el Ingreso complementa la parte que falta.
- El importe de la ayuda garantizará unos ingresos que dependen del número de personas y otras condiciones. Hay hasta 14 niveles distintos de ayudas económicas, que van desde los 461 euros al mes, para el caso de un hogar formado por un adulto, hasta los 1.015 euros al mes para familias con varios miembros.
- Esta ayuda no es solo para familias, sino también para personas que no tengan cargas familiares, aunque se prevé que haya niños en la mitad de hogares a los que llegue para combatir de este modo la pobreza infantil.
- Antes de conceder la ayuda, se analizan los ingresos y patrimonio que tienen tanto el solicitante como su unidad de convivencia.
- No se exigirá la nacionalidad española para recibir esta ayuda, siempre que se compruebe que la persona extranjera tiene residencia legal y efectiva en España durante un mínimo de un año y que cumple el resto de las condiciones.
- Se podrá solicitar a partir del lunes 15 de junio y durante tres meses, las solicitudes aprobadas se pagarán con carácter retroactivo desde el 1 de junio.
- Se comenzará a cobrar a finales del mes de junio, según se vayan aprobando las solicitudes.
- Se estima que tendrá un coste anual de 3.000 millones de euros.